Por Alejandro Poma, presidente de FUNDAPARC
El parque es un respiro en medio de la ciudad; por lo mismo, diariamente recibimos a muchos visitantes que van en búsqueda de un lugar para relajarse. Para movilizarse, algunos prefieren caminar o ir en su bicicleta, pero en el trayecto deben cruzar algunas calles, lo que puede resultar peligroso cuando hay vehículos circulando a alta velocidad.
Para cambiar este panorama y contribuir a que las familias caminen de forma segura alrededor del Parque, se ha implementado la primera Zona 30 en la Calle Sexta Décima. Esta acción se logró gracias al financiamiento del proyecto IMAGINA de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), ejecutado por Glasswing International, y la Fundación Parque Cuscatlán (FUNDAPARC), así como el apoyo técnico del Viceministerio de Transporte (VMT).
El resultado es que, al hacer que los conductores reduzcan su velocidad a un máximo de 30 km/h, la seguridad de peatones y ciclistas incrementa en gran manera, ya que es menos probable que existan accidentes de tránsito.
Una vía con regulación es una necesidad para que los salvadoreños puedan circular sintiéndose seguros en su ciudad. Contar con reducciones de velocidad, no sólo beneficia al ciclista o al peatón, también garantiza y previene accidentes para quienes circulan en vehículos de motor.
La conciencia es algo clave en una ciudad y es de vital importancia que un parque tan frecuentado, sobre todo por la cantidad de comunidades aledañas, cuente con seguridad vial en todo su perímetro.
Definitivamente contar con una Zona 30 ha tenido un impacto positivo y ha reducido gradualmente los accidentes de tránsito en la zona.